7 ideas de comida que puedes ofrecer a la hora del té

En el momento de tomar el té (es decir, a las cuatro de la tarde, o las 16 horas, según la fórmula de precisión militar) había de terminarse, durante la revolución industrial británica, la jornada laboral. Nada mejor, entonces, que acompañar la bebida, refrescante, energizante, habitualmente cálida, con algún tipo de piscolabis. Se trataba de un bocado pequeño antes de la cena que esperaba al llegar a casa. Esta cena y el desayuno constituían las dos comidas importantes de la jornada, mientras que este momento del té entrañaba cierto esperado entremés caracterizado por aquello que le acompañase.

Esta costumbre ha trascendido el tiempo y el espacio, hasta llegar al continente americano, particularmente a Bogotá, donde, pasado el ángelus, es habitual escuchar pregoneros y jaladores promocionando la bebida sajona, mientras las campanas de capillas, catedrales e iglesias redoblan anunciando la misa de seis. Junto al carajillo (café con aguardiente), el canelazo (limonaria, manzanilla, miel y whisky), el cafuche (café con panela), el chocolate (o cocoa) y muchas otras exuberantes e incluso exóticas bebidas, el té hace parte importante de las onces bogotanas, el ínterin santafereño por antonomasia.

Comidas para onces bogotanas

A diferencia del contexto europeo, en Bogotá las onces implican una comida mucho más importante. Suele ser el té, más bien, una sobremesa fría que no excluye al café u otros bajativos o aperitivos. Incluso se ofrece en el almuerzo o en la cena, con abundante hielo y unas cuantas onzas de limón o de toronja. Caliente y cargado, suele servirse a partir de la preparación tradicional que cocina y tamiza la hoja seca, algo que no ocurría ni siquiera en el Reino Unido, donde rápidamente se popularizaron las tisanas, las infusiones y las mezclas instantáneas.

Seguro contrastan muy bien postres y algunas comidas frugales con esta bebida caliente. A continuación, te contaremos 7 ideas de comida para onces bogotanas, en las cuales el té preside la mesa.

1. Tamal tolimense. Contiene un bocado de arroz, pollo y cerdo envuelto en hojas de plátano. Suele acompañarse además de pan blanco, un muffin de queso, alguna bebida caliente (chocolate en la mayoría de los casos) y, por supuesto, té frío.

2.Sándwiches de jamón y queso y de pollo en salsa bechamel. Se sirven junto a frutas frescas, acompañados además de té frío.

3.Sandwichitos daneses. Estos sandwichitos, suculentos y al mismo tiempo frugales, suelen acompañarse con frutas frescas.

4. Pastel de pollo, carne o hawiano.El famoso hojaldre santafereño pinta muy bien para tomar un descanso, ya sea en su presentación habitual de pollo o, ya sabes, con carne desmechada, salchicha serrana o piña y queso.

5. Crepes con pollo y champiñones. Deliciosa mezcla de gustos transcontinentales, incluye habitualmente el té como una sobremesa fría.

6. Vol au vent. Especial para los seguidores del pollo en presentaciones particularmente finas.

7. Envueltos, almojábanas y otras patentes santafereñas. ¡Que no falten las delicias típicas! Muchas preparaciones derivadas del trigo y del maíz, con abundante queso, vienen de maravilla con un té caliente.

También destacan los quesos frescos, casi apenas consistentes (como la cuajada), untados de mermelada o de mantequilla de maní. Otras opciones son los dulces derivados de la leche (por ejemplo, arequipes), los postres de «tres leches» y los tradicionales pasteles de queso (o chesecake). Hay que mencionar los «buñuelos», delicias derivadas del denominado «queso costeño», del trigo y de la fécula de maíz; también, el denominado «brazo de reina», que es un postre con abundante crema de leche.

Los salones de onces bogotanos pueden llegar a ser, además, muy románticos. También puedes pedir domicilios o visitar tiendas especializadas. A la hora del té, como lo popularizó el tema musical Tea for two, recordarás que en esta vida puedes ser feliz.